martes, 9 de septiembre de 2008

GILLES DELEUZE (1925-1995)


Nació en 1925 en París. Después de finalizar sus estudios en 1948, se consagró a realizar una serie de monografías sobre algunos filósofos (Kant, Spinoza, Nietzsche, Bergson), los cuales, pese a su eminente valor didáctico, contienen las primeras instancias de consolidación de su propio pensamiento. Este filósofo Frances estuvo inscrito en el movimiento estructuralista y en las llamadas filosofías de la muerte del sujeto, sin embargo su pensamiento, creador e iconoclasta, fue inclasificable.

Sus obras fundamentales, tales como Diferencia y repetición (1968) o La lógica del sentido (1969), han tenido una gran influencia en el pensamiento contemporáneo. En El anti-Edipo (1972), escrito en colaboración con el ex psiquiatra Félix Guattari estudia otra de las condiciones de la pre-subjetividad, la noción de inconsciente, y aborda la relación del psicoanálisis con la política y la historia. En Mil mesetas (1980), segundo tomo de Capitalismo y esquizofrenia, obra de la cual El Anti-Edipo es la primera parte, se prolonga esta concepción del deseo y de la máquina deseante, el estudio de las estructuras lisas y estriadas del espacio, y se dirige fundamentalmente a sus consecuencias políticas.

Además de sus obras de relectura del trabajo de otros filósofos, Deleuze escribió también sobre escritores (Kafka, Alfred Jarry, Proust, Sacher-Masoch) y sobre cine.

Deleuze decía que había dos tipos de sociedades: Sociedades de control y sociedades disciplinarias estas últimas sufren una crisis en beneficio de nuevas fuerzas que se irán instalando lentamente. Son las sociedades de control las que están reemplazando a las sociedades disciplinarias.

Es sencillo buscar correspondencias entre tipos de sociedad y tipos de máquinas, no porque las máquinas sean determinantes, sino porque expresan las formaciones sociales que las han originado y que las utilizan. Las antiguas sociedades de soberanía operaban con máquinas simples, palancas, poleas, relojes; las sociedades disciplinarias posteriores se equiparon con máquinas energéticas, con el riesgo pasivo de la entropía y el riesgo activo del sabotaje; las sociedades de control actúan mediante máquinas de un tercer tipo, máquinas informáticas y ordenadores cuyo riesgo pasivo son las interferencias y cuyo riesgo activo son la piratería y la inoculación de virus. No es solamente una evolución tecnológica, es una profunda mutación del capitalismo.” (Deleuze, Gilles. Post-scriptum sobre las sociedades del control)

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